Todo lo puedo en Cristo que me fortalece

La Palabra de Dios es Verdad
Jesús así lo afirma en Juan 17:17: “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad”
Jesucristo es la verdad
Jesús mismo es la verdad: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” (Juan 14:6).
La verdad que salva está en el corazón del Evangelio.
1ª Corintios 15:1-5; “Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; 2 por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.
Las Sagradas Escrituras “nos pueden hacer sabios para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús” (2ª Timoteo 3:15).
“Toda la Escritura es inspirada, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2ª Timoteo 3:16,17; ver también 2ª Pedro 1:19-21).
Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá
Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; 5 y que apareció a Cefas, y después a los doce. 6 Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen.” 1ª Corintios 15:3-5
La Palabra de Dios es la Verdad que Salva
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. (2 Timoteo 3:16-17)
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La Palabra de Dios es la Verdad que Salva

  • Jesús así lo afirma en Juan 17:17: “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad”
  • Ellas dan testimonio de Jesús, y Él nos manda escudriñarla. (Juan 5:39)
  • Las Sagradas Escrituras “nos pueden hacer sabios para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús” (2ª Timoteo 3:15).
  • Seremos juzgados por su Palabra: “El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero” (Juan 12:48).
  • “Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, (14) a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.” (2 Tesalonicenses 2:13-14) 
  • «Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; (23) siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. (24) Porque: Toda carne es como hierba,  Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba.  La hierba se seca, y la flor se cae; (25) Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.» (1 Pedro 1:22-25)

La Verdad que Salva es Jesucristo porque Él da vida eterna

«Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.» (Juan 14:6)

«De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna. (48) Yo soy el pan de vida(Juan 6:47-48)

El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. (Juan 6:54)

 “Todo aquel que es de la verdad oye su voz” (Juan 18:37).

 “Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. (12) Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” (Hechos 4:11-12)

 “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.” (Gálatas 2:20-21)

“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; (2) por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.” (Romanos 5:1-11)

“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, (2) en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; (3) el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.” (Hebreos 1:1-3)

La Verdad que Salva está en el corazón del Evangelio

Juan 3:16-21: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Juan 11:25-26: Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. (26) Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?

1 Corintios 15:1-8: Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; (2) por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. (3) Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;(A) (4) y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;(B) (5) y que apareció a Cefas,(C) y después a los doce.(D) (6) Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. (7) Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; (8) y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.

2 Corintios 5:14-21: Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; (15) y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. (16) De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así. (17) De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. (18) Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; (19) que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. (20) Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. (21) Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.