Jesucristo, nuestro Modelo

Estudio bíblico: 04-04-2025

Carlos Aracil Orts

1. Introducción

Aunque todos los que componemos este grupito somos personas con mucha experiencia en el ejercicio de la profesión de cristiano, me gustaría que estas reuniones, que iniciamos hoy, sirvieran para profundizar en nuestra condición de cristianos; y para ello, pienso que sería conveniente recordar lo que expongo a continuación.

2. ¿Qué significa ser cristiano?

Un cristiano verdadero es una persona a la que Dios, en algún momento de su vida, le ha regenerado mediante el Espíritu Santo y su Palabra; es decir, le ha dado el nuevo nacimiento (Jn. 1:12-13; 3:3-5), pasando de muerte espiritual a vida eterna (Ef. 2:1-7): “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, (5) aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), (6) y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, (7) para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.”

Por tanto, desde el instante en que recibimos a Cristo por la fe somos engendrados por Dios, hechos hijos de Dios (Jn. 1:12-13); “Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.” (Romanos 8:17).

Ahí empieza nuestro “Camino de Santidad” (Is. 35:8), porque, aunque hemos sido “santificados en Cristo Jesús”, [somos] “llamados a ser santos” (1 Co. 1:2) y a “[seguir] la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.” (Heb. 12:14)

“Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo:”

“Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo” (2 Corintios 6:16 úp)

¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? (17) Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es. (1 Corintios 3:16-17)

¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? (20) Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.” (1 Corintios 6:19-20)

3. ¿Qué hizo Jesús por nosotros?

El Antiguo Testamento se centra en Jesucristo y en su obra de redención, como el Mesías, que entregaría su vida para salvación de la humanidad; ahora me limito a citar, como ejemplo y prueba, los siguientes pasajes, aunque son muchos los que se registran en la Biblia hebrea.

¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? (2) Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. (3) Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. (4) Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. (5) Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. (6) Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. (7) Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero;(F) y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. (8) Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. (9) Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca. (10) Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. (11) Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. (12) Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, (I) habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores. (Isaías 53:1-12)

El Nuevo Testamento verifica que Jesús cumplió el plan de Dios de Salvación y Redención, y estableció el Nuevo Pacto en su Sangre (Mt. 26:28; cf. Mr. 14:24; Lc. 22:20).

Hebreos 4:14-16 Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. (15) Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. (16) Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

Hebreos 5:7-10 Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, (E) fue oído a causa de su temor reverente. (8) Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; (9) y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen; (10) y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.

4. ¿Qué requiere Jesús de sus discípulos?

Juan 15:7-17 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. (8) En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. (9) Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. (10) Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. (11) Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. (12) Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, (A) como yo os he amado. (13) Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. (14) Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. (15) Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer. (16) No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. (17) Esto os mando: Que os améis unos a otros.

5. ¿Qué resultados deberíamos experimentar en nuestras vidas?

“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; (2) por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. (3) Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; (4) y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; (5) y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. (6) Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. (7) Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. (8) Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. (9) Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. (10) Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. (11) Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.” (Romanos 5:1-11)

Puestos los ojos en Jesús

Hebreos 12:1-11 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, (2) puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. (3) Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar. (4) Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado; (5) y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo:

Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él; (6) Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo. (A)

(7) Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? (8) Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. (9) Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? (10) Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. (11) Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.

6. ¿Qué debe caracterizar al cristiano?

En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños. (26) Sí, Padre, porque así te agradó. (27) Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. (28) Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. (29) Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; (30) porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. (Mateo 11:25-30)

Gálatas 5:22-26: Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, (23) mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. (24) Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. (25) Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. (26) No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.

¿Quién es el mayor?

Mateo 18:1-5: En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos? (2) Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, (3) y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. (4) Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. (5) Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.

¿Cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí?

Mateo 18:15-22 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, vé y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. (16) Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. (17) Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano. (18) De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. (19) Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. (20) Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. (21) Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? (22) Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.

7. Conclusión

Creo que deberíamos fomentar en nosotros la aplicación práctica del auténtico cristianismo; ello implica recordar todo lo que nos dice la Palabra de Dios especialmente la gran comisión que nos hizo Jesús, recién resucitado:

Mateo 28:16-20 Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. (17) Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. (18) Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. (19) Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, (B) bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; (20) enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Marcos 16:15-18 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. (B) (16) El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. (17) Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; (18) tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.

Quedo a disposición del lector para lo que pueda servirle.

Afectuosamente en Cristo

Si deseas hacer algún comentario a este estudio, puedes dirigirlo a la siguiente dirección de correo electrónico: carlosortshttp://www.amistadencristo.com/images/a.gifgmail.com

Carlos Aracil Orts
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«Pero sin fe es imposible agradar a Dios» (Hebreos 11:6)
«Santifícalos en tu verdad; tu Palabra es verdad» (Juan 17:17)
«Y la verdad os hará libres» (Juan 8:32)

www.laverdadquesalva.com


Referencias bibliográficas

* Las referencias bíblicas están tomadas de la versión Reina Valera de 1960 de la Biblia, salvo cuando se indique expresamente otra versión. Las negrillas y los subrayados realizados al texto son nuestros.

Abreviaturas frecuentemente empleadas:

AT = Antiguo Testamento

NT = Nuevo Testamento

AP = Antiguo Pacto

NP = Nuevo Pacto

Las abreviaturas de los libros de la Biblia corresponden con las empleadas en la versión de la Biblia de Reina-Valera, 1960 (RV, 1960)

pp, pc, úp referidas a un versículo bíblico representan «parte primera, central o última del mismo».

Abreviaturas empleadas para diversas traducciones de la Biblia:

NBJ: Nueva Biblia de Jerusalén, 1998.

BTX: Biblia Textual

Jünemann: Sagrada Biblia-Versión de la LXX al español por Guillermo Jüneman

N-C: Sagrada Biblia- Nacar Colunga-1994

JER 2001: *Biblia de Jerusalén, 3ª Edición 2001

BLA95, BL95: Biblia Latinoamericana, 1995

BNP: La Biblia de Nuestro Pueblo

NVI 1999: Nueva Versión Internacional 1999

Las abreviaturas de los libros de la Biblia corresponden con las empleadas en la versión de la Biblia de Reina-Valera, 1960 (RV, 1960)

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